Concepto de aceros de muy bajo carbono
Los aceros de muy bajo contenido de carbono son aquellos que más se utilizan para ser posteriormente deformados en frío. Una deformación en frío implica que se somete a procedimientos especiales a un material para que adquiera cierta forma deseada. Este tipo de deformación, que no requiere de calentar previamente el material (de allí el nombre de deformación en frío), exige que el material pueda ser sujeto a deformaciones sin fisurarse, agrietarse o romperse. Así mismo, la maquinaria empleada para realizar la deformación debe ser capaz de soportar y aplicar la fuerza necesaria para realizar dicha deformación.
Definición de aceros muy bajo carbono
La Sociedad de Ingenieros Automotrices y el Instituto Americano del Hierro y del Acero (SAE-AISI) son dos de las instituciones de mayor prestigio encargadas de clasificar los aceros. Según las normas establecidas por ambas instituciones, los aceros de muy bajo contenido en carbono son aquellos que oscilan entre un 0.05% y 0.15% en contenido de carbono sobre el peso total de la muestra.
Ejemplos de acero de muy bajo carbono
Lo aceros de muy bajo contenido de carbono son adecuados para procesos que requieran de una deformación muy importante. Un ejemplo son aquellos aceros utilizados para un embutido profundo que, como su nombre lo indica, se basa en hacer pasar el acero por un orificio de tamaño más reducido que dará la forma final al acero.
Los aceros de este tipo también son ampliamente utilizados para trabajos de soldadura, conocida como soldadura ferrosa. El inconveniente que presentan son las altas temperaturas que requieren los aceros de muy bajo carbono para lograr utilizarlos como soldadura, ya que suelen fundir a temperaturas cercanas e incluso superiores a los 1 500 grados centígrados. A mayores contenidos de carbono, la temperatura de fusión de los aceros tiende a bajar, pero las propiedades pueden variar tanto como para no permitir la soldadura.